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Una tarde de invierno

Una tarde de invierno

lunes, 21 de enero de 2008

Hoy es el Tiempo

Imagina que existe un banco, que cada mañana acredita en tu cuenta la suma de U$S 86.400.-
No arrastra tu saldo día a día.
Cada noche borra cualquier cantidad de tu saldo que no usaste durante el día.
¿Qué harías? ¡Retirar hasta el último centavo, por supuesto!

Cada uno de nosotros tiene ese banco.
Su nombre es TIEMPO.

Cada mañana, este banco te acredita 86.400 segundos.
Cada noche, este banco borra, y da como perdido, cualquier cantidad de ese crédito que no hayas invertido en un buen propósito.
Este banco no arrastra saldos, ni permite sobregiros.
Cada día te abre una nueva cuenta.
Cada noche elimina los saldos del día.
Si no usas tus depósitos del día, la pérdida es tuya.
No se puede dar marcha atrás.
No existen los giros a cuenta del depósito de mañana.
Debes vivir en el presente con los depósitos de hoy.

Invierte de tal manera, de conseguir lo mejor en salud, felicidad y éxito.
El reloj sigue su marcha.
Consigue lo máximo en el día.

Para entender el valor de un año: pregúntale a algún estudiante que perdió el año de estudios.
Para entender el valor de un mes: pregúntale a la madre que alumbró un bebé prematuro.
Para entender el valor de una semana: pregúntale al editor de un semanario.
Para entender el valor de un día: pregúntale a los amantes que esperan encontrarse.
Para entender el valor de una hora: pregúntale a quien debe cuidar a un enfermo.
Para entender el valor de un minuto: pregúntale a una persona que perdió el último tren.
Para entender el valor de un segundo: pregúntale a una persona que evitó en un instante un accidente.
Para entender el valor de una milésima de segundo: pregúntale a la persona que ganó una medalla de oro en las olimpíadas.
Atesora cada momento que vivas. Y atesóralo más, si lo compartes con alguien especial.

Ayer es historia.
Mañana es misterio.
Hoy es una dádiva.
Por eso es que se le llama EL PRESENTE.

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Pensamientos:

EL VIOLIN

El subastador pensó que perdía su tiempo mostrando ese viejo violín estropeado y arañado, pero aún así, lo mostró. -¿Cuánto ofrecen, buena gente? -gritó.- -¿Quién hará la primera oferta?- -¡Un dólar, un dólar! -entonces......- -¡Dos! ¿Sólo dos?- -Dos dólares!- -¿Hay alguien que dé tres?- -¡Tres dólares! ... a la una!- -¡Tres dólares...a las dos!- -Que se va por tres...pero,- -¡No! - Un hombre canoso se puso de pie, llegó adelante y tomó en sus manos el arco. Limpiando el polvo del viejo violín armonizó sus cuerdas y tocó una melodía muy tierna.Al cesar la música el subastador dijo, en voz muy baja y más bien para sí, - ¿Cuánto daría yo por tener este viejo violín? Y tomándolo con más cariño lo volvió a levantar: -¡Cien dólares!- ¿Y quién da doscientos? -¡Doscientos!- -¿Y quién da trescientos?- - ¡Trescientos!- -¡Trescientos, a la una!- -¡Trescientos a las dos!- -¡Y se va y se fue! -exclamó.Algunos lloraban y los demás aplaudían... - No podemos comprender se decían- -¿Qué cambió su valor? Alguien dijo por allí que fue "El toque de la mano de un maestro".-Muchas personas sienten que sus vidas están fuera de tono. No saben como aprovechar todos los recursos y talentos que disponen. No saben cómo convertir sus excusas en razones. No pueden ver las oportunidades que existen dentro de las crisis. No le encuentran sentido a lo que hacen. No saben como ponerse en acción............ y a similitud del viejo violín se "subastan baratamente" a la multitud siguiendo el viaje de la vida como un juego que no requiere pensar.......Pero un día cuando están preparados el maestro aparece. La gente no comprende cómo él puede encontrar tanto valor en algo que ellos no pueden ver . El secreto del Maestro es mirar más allá de las apariencias y conectarse con la verdadera alma de las cosas."La diferencia entre lo que hacemos y lo que somos capaces de hacer resolvería los problemas mas grandes que hay en el mundo" M.Gandhi.-

PALABRAS SABIAS

Cuento chino

Había una vez un campesino chino, pobre pero sabio, que trabajaba la tierra duramente con su hijo. Un día el hijo le dijo: -¡Padre, qué desgracia! Se nos ha ido el caballo. -¿Por qué le llamas desgracia? - respondió el padre - veremos lo que trae el tiempo. A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo. -¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho, nuestro caballo ha traído otro caballo. -Por qué le llamas suerte? - repuso el padre, veamos qué nos trae el tiempo. En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar el caballo nuevo,y éste, no acostumbrado al jinete, se encabritó y lo arrojó al suelo. El muchacho se quebró una pierna. -¡Padre, qué desgracia! - exclamó ahora el muchacho, ¡me he quebrado la pierna! Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció: -¿Por qué le llamas desgracia? Veamos lo que trae el tiempo! El muchacho no se convencía de la respuesta sino que gimoteaba en su cama. Pocos días después pasaron por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para llevárselos a la guerra. Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo. El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver si algo es malo o bueno. La moraleja de este antiguo consejo chino es que la vida da tantas vueltas, y es tan paradójico su desarrollo, que lo malo se hace bueno,y lo bueno,malo. Lo mejor es esperar siempre el día de mañana, porque todo sucede con un propósito positivo para nuestras vidas.

OBSTACULOS EN EL CAMINO

Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Luego se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda piedra. Algunos simplemente la rodearon. Muchos culparon a la autoridad por no mantener los caminos despejados, pero ninguno de ellos hizo nada para sacar la piedra del camino.Un vecino del pueblo que vivía en el sitio más descampado, pasaba por allí exhausto con un fardo de leña sobre sus hombros; y la vio. Se detuvo, luego se aproximó a ella, puso su carga en el piso trabajosamente y trató de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y empujar hasta llegar a fatigarse mucho, con gran esfuerzo, lo logró. Mientras recogía su fardo de leña, vio una pequeña bolsita en el suelo, justamente donde antes había estado la roca. La bolsita contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey diciendo que el premio era para la persona que removiera la roca como recompensa por despejar el camino. El campesino aprendió ese día que cada obstáculo puede estar disfrazando una oportunidad, tanto para ayudar a los demás como para ayudarse asimismo.-

TU PROPIO JUICIO

A un oasis llega un joven, toma agua, se asea y pregunta a un anciano que se encuentra descansando:.-¿Que clase de personas viven aquí?El anciano le pregunta:.- ¿Que clase de gente había en el lugar de donde tu vienes? "Un montón de gente egoísta y mal intencionada"replicó el joven.-Estoy encantado de haberme ido de allí. A lo cual el anciano comento: .-Lo mismo habrá de encontrar aquí. Ese mismo día otro joven se acerco a beber agua al oasis y viendo al anciano preguntó:.-¿Que clase de personas viven en este lugar? El viejo respondió con la misma pregunta: .-"¿Que clase de personas viven en el lugar de donde tu vienes? .-"Un magnifico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado..- "Lo mismo encontrarás aquí", respondió el anciano. Un hombre que había escuchado ambas conversaciones le preguntó al viejo:.-¿Como es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta? A lo cual el viejo contestó:.-"Cada uno de nosotros solo puede ver lo que lleva en su corazón". .-Aquel que no encuentra nada bueno en los lugares donde estuvo no podrá encontrar otra cosa aquí ni en ninguna otra parte.- Si te sientes dolorido por alguna causa externa; no es eso lo que te perturba. Si no tu propio juicio sobre ella.-